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sábado, 10 de agosto de 2013

Murió el guitarrista y compositor Eduardo Falú

Falleció en Buenos Aires; tenía 90 años; fue autor de obras fundamentales del repertorio folclórico
l guitarrista y compositor Eduardo Falú murió a los 90 años en su domicilio. Así lo informó la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música en su página web.
Fue el autor de obras fundamentales del repertorio folclórico como la "La tonada del viejo amor" y "Zamba de la Candelaria".
"Fue hasta hoy vicepresidente de SADAIC, sociedad a la que ingresó el 6 de diciembre de 1950 y donde tiene registrado 206 obras. Sociedad que se enorgullece de haberlo tenido como socio, como directivo y como ejemplo. Y donde deja amigos que lo van a extrañar", se lee en el sitio a modo de despedida.
El propio Falú se definía en una entrevista con LA NACION: "El hombre es hijo de la tierra y de su paisaje. Mi música y mi canto están cumpliendo con esa necesidad, casi instintiva, que alberga mi ser".
Eduardo Yamil Falú, nació el 7 de julio de 1923, en El Galpón, un pequeño pueblo ubicado a 150 km de Salta Capital.
Su carrera artística comenzó en su provincia, se extendió en Buenos Aires y en territorios tan disímiles como: Europa, Rusia, y Japón.
Compuso música para cientos de poemas. Especialmente, para los de Jorge Luis Borges, Jaime Dávalos, León Benarós, Manuel Castilla, y Alberico Mansilla.
Entre sus obras figuran: Romance para la muerte de Juan Lavalle , en creación conjunta con el escritor Ernesto Sábato, Preludio y Danza , Variaciones de Milonga , Villancicos , Trémolo , La Cuartelera , Zamba de la Candelaria , La Volvedora , Tiempo de Partir , Tonada del Viejo Amor , entre otras. Una de las más relevantes fue la Suite Argentina para Guitarra, Cuerdas, Clavecin y Corno, estrenada y grabada con la Camerata Bariloche.
"No quería que este aniversario trascendiera demasiado. Pero mucha gente que me quiere se encargó de hacermelo notar. Ni siquiera quise hacer un recital, para que esta celebración no se convierta en un negocio", confesaba el músico cuando cumplía 50 años con la música en 1997. .
Se casó con Aída Nefer Fidélibus y tuvo dos hijos: Eduardo y Juan José, quien es, como su padre, guitarrista
Fuente : la Nacion.com




 DANTE A. LINYERA



Poeta y periodista
(10 de agosto de 1903 - 15 de julio de 1938)
Nombre verdadero: Francisco Bautista Rímoli


ue muy corta la vida de este bohemio impenitente, cuyo pecado mayor ha sido vivirla tan de apuro y sin ningún cuidado. En algún momento reflexionó un arrepentimiento, pero continuó sin cambiar el rumbo:
«¡Cha digo! cuando me acuerdo que tuve catorce abriles
justo cuando a la garufa de la vida me largué,
me entran ganas de matarme como hacen los tipos giles
pero después fumo un pucho batiendo:
¡Qué va cha ché!»
En el mismo poema, su hermosa "Autobiografía rasposa", nos retrata que era hijo de un calabrés, que nació en Buenos Aires, en un conventillo grande situado en la calle Independencia 1543 y que pronto quedó huérfano. También que trabajó de "cantinero" cuando muchacho: «Yo soy el cantinerito del viejo barrio 'e Solís», se está refiriendo a un bodegón que por muchas años permaneció en la esquina de Solís y Garay.
Si a los catorce años ya andaba suelto por la vida, fue lógico que buscara un medio para poder expresar lo que sus andanzas le iban enseñando. Lo encontró en el periodismo. Primero en el diario matutino La Argentina, que entonces trataba de competir con La Prensa y La Nación, tenía 16 años. Luego fue El Telégrafo y también La Montaña, mítico periódico fundado por Leopoldo Lugones y José Ingenieros. Y tras cartón, El Alma Que Canta, aquel cancionero inicial fundado por Vicente Bucchieri en febrero de 1916. Allí, a través de sus notas y versos desparejos pudo, con total libertad, expresar su dolor ante tantas injusticias recogidas por las calles de la ciudad.
Ya para siempre había perdido su verdadero nombre. Tuvo más fuerza su irónica ocurrencia: "Dante A. Linyera", sin omitir la letra A, que no pertenece a la inicial de un segundo nombre, alude a Dante Alighieri, esa fue su intención.
Escribió algunas piezas teatrales para conjuntos filodramáticos. Una sola de ellas fue puesta en escena: "Mambrú se fue a la guerra". Escribió letras para varias decenas de tangos, pero no era su medio, quizás le apretaba la medida y el tiempo que la canción requiere.


Efemerides Folcloricas

10 DE AGOSTO

1916 - Nace en Salta, Fernando Portal, cantor, autor, compositor. Fundador de los Cantores de Quilla Huasi, con Vega Pereda, Lastra y Núñez. Autor de “Zamba de la toldería” con Dojorti y Valles, “Zambita del caminador” con Yupanqui, “Pastor de Nubes” con Castilla, entre más de 60 temas registrados. Muere a los 61 años.


1927 - Nace en Santiago del Estero, Hugo Díaz, músico, armoniquista, instrumento que revalorizó con talento excepcional. Autor de “Zamba mía”, “El perro” (gato), “No lo hallo” (escondido) con Oscar Liza y “Zamba del ángel” con Ariel Petrocelli, entre más de 20 temas de su autoría. Muere un día domingo, cuando tenía 50 años.


Iniciativa para que el 10 de agosto sea 'Día del Periodista de Exteriores de radio y TV'

“Lo recordaremos como un gran ser humano, capaz de hacernos reír en situaciones de tensión, haciendo una broma oportuna, antes de salir al aire con seriedad y profesionalismo, y compartiendo con alegría la labor con sus compañeros de otros medios que –como él- cubren la información Parlamentaria”, dice en uno de sus fundamentos el proyecto.
Se trataría en Diputados.



El diputado nacional por la provincia de La Pampa, Ulises Forte, presentará ante la Cámara baja un proyecto para que se instituya al 10 de agosto de cada año como el "Día Nacional del Periodista de Exteriores de radio y televisión". La fecha elegida es por el día del fallecimiento de Gustavo Valenza, periodista de Canal 26.

Valenza era un hombre muy querido por sus colegas, los cronistas de radio y televisión. A las pocas horas de su deceso centenares de periodistas se volcaron a las redes sociales como Twitter o Facebook para recordarlo con enorme congoja, cariño y respeto. Amigos suyos del 26, compañeros de tareas de su esposa Melina Caviglia en América y muchísimos movileros lo recordaron con afecto como una persona que ayudaba a quienes recién comenzaban y no reparaba en compartir una información para que la labor de sus colegas sea la correcta.

Desde Canal 26 y 26noticias.com.ar acompañamos el proyecto para que cada 10 de agosto de cada año las ahora pequeñas Ema y Ana tengan un motivo más para estar orgullosas por su papá.

TEXTO COMPLETO DE LA INICIATIVA


El Senado y Cámara de Diputados,...

Artículo 1°: Institúyase la fecha del 10 de agosto de cada año como "Día Nacional del Periodista de Exteriores de radio y televisión", en memoria y homenaje al periodista Gustavo Valenza.

Artículo 2º: Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

FUNDAMENTOS:

El presente proyecto tiene como objetivo establecer el 10 de Agosto como el “Día Nacional del Periodista de Exteriores de radio y televisión”, en conmemoración al fallecimiento del periodista Gustavo Valenza, representante muy valioso de una profesión de riesgo y sacrificada, que funciona como baluarte fundamental en la transmisión de las noticias e información a toda la sociedad, y conexión entre las personas que protagonizan los hechos y los medios de comunicación.

En general, el trabajo de los periodistas de exteriores no es debidamente valorado, aunque su labor es primordial por ser quienes tienen contacto real con las noticias y sus protagonistas, al que llegan luego de largas guardias, muchas veces en condiciones adversas, buscando respuestas que permitan comprender los hechos que acontecen. Son, entonces, los periodistas de exteriores quienes se involucran, poniendo su cuerpo (y su vocación por informar) para que podamos ver de cerca los sucesos que ocurren en el país.

En el caso específico de Gustavo, él llevó adelante este trabajo con compromiso, pasión y seriedad. Fue capaz de transmitir noticias con rigor y competencia, pero siempre lo hizo estableciendo contacto humano con los protagonistas, comprendiendo lo que pasaba de boca de los involucrados, como paso previo a la difusión masiva de los hechos.

Además, Valenza tuvo una amplia labor en nuestro Parlamento. Trabajó hasta sus últimos días cubriendo las notas del Congreso de la Nación, espacio en el que todos los legisladores pudimos establecer una relación con él. En este sentido, además, lo recordaremos como un gran ser humano, capaz de hacernos reír en situaciones de tensión, haciendo una broma oportuna, antes de salir al aire con seriedad y profesionalismo, y compartiendo con alegría la labor con sus compañeros de otros medios que –como él- cubren la información Parlamentaria.

Gustavo se definió a sí mismo como “Padre de nenas. Amigo incondicional. Periodista. Músico. Apasionado vividor de la vida… Cronista en canal 26 y conductor en radio Palermo”. Todos los que lo conocimos, podemos dar cuenta de varias de esas cualidades. Y el gran dolor e impacto que causó entre todos los periodistas de exteriores de radio y televisión su partida nos permiten confirmar que efectivamente era así.

Sin dudas, su fallecimiento, inesperado e incomprensible, caló hondo entre todos los que lo conocimos, y especialmente entre sus colegas y “compañeros de calle” como se dice en la jerga. Las reacciones han sido diversas, pero todas fueron en la misma línea y estuvieron signadas por el respeto, el afecto, el cariño y el reconocimiento profesional.

En este sentido, surgió en las redes sociales la iniciativa de reconocer en la persona de Gustavo a todos los profesionales de exteriores de radio y TV, estableciendo el día de su inesperada partida como aquél en el que se recuerde y conmemore el trabajo que todos llevan a cabo en los distintos medios. Esta propuesta ha sido ampliamente respaldada por sus colegas y amigos, así como también por todos aquellos que hemos sido entrevistados por él o por sus pares, que con su labor nos permiten dar a conocer nuestro trabajo.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares que me acompañen con la firma del presente proyecto.

Fuerza Aérea Argentina


La Fuerza Aérea Argentina (abreviada como FAA) es la rama de aviación de las Fuerzas Armadas de Argentina.
El personal de la FAA en el año 2007 era de 21.560 entre hombres y mujeres. De ese total 14.606 eran militares y 6.854 eran agentes civiles. De los 14.606 militares que componían la Fuerza a esa fecha 2.497 eran oficiales, 9.394 eran suboficiales y 1.718 eran soldados voluntarios.El Personal se divide en: el Cuadro de Oficiales, compuesto por Oficiales Superiores, Oficiales Jefes, Oficiales Subalternos, Oficiales Profesionales, Cadetes; el Cuadro de Suboficiales entre los que hay Suboficiales Superiores, Suboficiales Subalternos y Aspirantes; el Cuadro de Tropa de Soldados Voluntarios; el Cuadro de Personal Docente Civil; y el Cuadro de Personal Civil en sus diferentes agrupamientos a saber, Superior, Supervisor, Universitario, Técnico, Administrativo, de Producción y de Servicios. A los civiles se les denomina agentes y poseen la misma características del resto del personal de empleados públicos y son considerados como tales.
El actual Jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea es el Brigadier Mayor D. Mario Miguel Callejo

 

viernes, 9 de agosto de 2013

LUCIO DEMARE

Pianista, compositor, director y arreglador
(9 de agosto de 1906 - 6 de marzo de 1974) 

La innata facultad para la invención musical y el delicado temperamento creador identificaron, desde el momento mismo de su iniciación artística, la fisonomía de su obra.
Involucrado, por razones de íntima afinidad estética con la escuela romántica, nacida con los tangos de Juan Carlos Cobián y Enrique Delfino, compartió con éstos y con Francisco De Caro, Carlos Geroni Flores, y con el Julio De Caro, de “Copacabana” y con el Agustín Bardi, de “Nunca tuvo novio”, la línea de páginas “arromanzadas” de primera clase, ofrecida entre 1915 y 1935, periodo de apogeo de esta variedad formal y anímica del tango.
“Mañanitas de Montmartre”, “Musete”, “Capricho de amor”, “Dandy”, “Mi musa campera”, obra suya compuesta entre 1926 y 1932, caracterizaron con su exaltado lirismo y su riqueza melódica, ese momento inicial de su producción. Posteriormente, en ubicación musical de jerarquía paralela a la de Eduardo Pereyra, Joaquín Mora y Aníbal Troilo —entre otros— dio a conocer “Yo era un corazón” y toda una serie de páginas cantables con versos de Homero Manzi: “Telón”, “Hermana”, “Mañana zarpa un barco”, “Malena”, “Solamente ella”, “Tal vez será mi alcohol”, que inspiraron, promovieron la selecta dimensión de repertorio, que perfiló al tango del cuarenta.
Con igual calidad de imaginación y de desarrollo, incursionó en la obra de concepción instrumental con “Punto muerto”, “Cascarita” y “Sentimiento tanguero”.
Ejecutante de sonido y de fraseo inconfundible, ha sido un auténtico “diseur” en su piano, modalidad intimista de la que son exactamente representativas sus versiones de “Mañana zarpa un barco”, “La casita de mis viejos”, “Mi noche triste”, “Dandy”, “Mañanitas de Montmartre”, grabadas en 1952, para los discos Columbia; y “La calle sin sueño”, “Gricel”, “Nunca tuvo novio” y “Divina”, entre las vertidas para Disc Jockey, en 1968.
Por igual, sus arreglos instrumentales y vocales, tienen el sello de su fina personalidad de artista, así como los conjuntos que ha dirigido en interpretaciones tan logradas como “Florcita” (Odeon, 1945), “Sentimiento tanguero” (T.K., 1956) y “Milonguero, viejo”, (Artfono, 1956), entre las interpretaciones orquestales; “No te apures Carablanca” (con Juan Carlos Miranda), “El pescante”, “En un rincón”, “Qué solo estoy”, “Pena de amor” (todos con Raúl Berón, discos Odeón, 1943-1944) y “Dónde” (con Armando Garrido, disco Artfono, 1956).
Nació en Buenos Aires. Hijo del violinista Domingo Demare. Así, como su hermano Lucas (director luego, de trascendente carrera cinematográfica) se consagró al bandoneón, él se dedicó al piano, instrumento cuyas disciplinas técnicas cursó al cuidado de Vicente Scaramuzza.
Integró, en sus comienzos de profesional, la orquesta del bandoneonista Nicolás Verona. En 1926, Francisco Canaro —quien actuando en Francia partía con rumbo a Nueva York y deseaba dejar un conjunto a su nombre en París—, lo requirió para que integrara éste en el dancing Florida. Después, por iniciativa del propio compositor de “La tablada”, se asoció a los cantores Agustín Irusta y Roberto Fugazot, formando el celebrado trío Irusta-Fugazot-Demare, que debutó en el Teatro Maravillas de Madrid.
Con sus compañeros de conjunto tomó parte en la filmación de algunas películas españolas —“Boliche”, entre ellas—, grabando una serie de discos Victor en Barcelona, entre los que se destacan “Capricho de Amor”, vertido por su piano y el violín de Sam Reznik, y “Mi musa campera”, registrado por orquesta de su dirección y la voz de Agustín Irusta.
Luego de dos largas y exitosas turnés por países de Centro y Sudamérica, de una segunda temporada europea, regresó definitivamente a Buenos Aires en 1936. Y a la par de su hermano Lucas —cada cual en lo suyo— se incorporó al cine argentino, en el que realizó una labor musical repetidamente laureada por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas y por la Municipalidad de Buenos Aires. Alternó esa obra, con la reaparición fugaz del trío en Buenos Aires —que actuó con Canaro en la comedia “Mal de amores”— y con algunas nuevas colaboraciones con el compositor de “El pollito”, cuando tuvo éste dos pianos en su orquesta (el titular era Luis Riccardi). Pero, en 1938, prefirió formar la propia, uniendo luego su nombre al de Elvino Vardaro, para presentarse ambos por Radio Belgrano, con Alfredo Calabró como primer bandoneón y Juan Carlos Miranda, como vocalista.
Desde 1939, ya desvinculado artísticamente de Vardaro, continuó su carrera de director, en pleno ascenso valorativo, grabando, desde “La racha” y “Telón”, sesenta y dos versiones para la casa Odeon, con las voces de Miranda, Raúl Berón y Horacio Quintana. Después de 1950, grabó con su orquesta para Columbia, para T.K. y para Artfono, entonces con las voces de Héctor Alvarado y Armando Garrido.
Con su orquesta, apareció en la película “Sangre y acero” (1955). En la década del sesenta reciente, lo capital de su
trayectoria está vinculado a una destacada labor de solista —compartida en ocasiones con Ciriaco Ortiz o con Máximo Mori— en clubes nocturnos de Buenos Aires. Y en su propio local, la Tanguería de Lucio, de la calle Cangallo, trasladada en 1969 a San Telmo, Balcarce y Giuffra ya denominada Malena al Sur.
Extraído del "Libro del Tango", de Horacio Ferrer, editorial Antonio Tersol, 1980, España.


Día Internacional de los Pueblos Indígenas

 La Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el 9 de agosto Día Internacional de los Pueblos Indígenas.
El 23 de diciembre de 1994, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la Resolución 49/214 estableció el 9 de agosto Día Internacional de los Pueblos Indígenas.
Tema 2013: «Pueblos indígenas construyendo alianzas: En honor a los tratados, acuerdos, y otros arreglos constructivos»
El Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo fue establecido por la Asamblea General, el 23 de diciembre de 1994, en su resolución A/RES/49/214 en la que decide que se celebre el 9 de agosto de cada año durante el Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo (1995 – 2004).
En 2004, la Asamblea proclamó un Segundo Decenio Internacional, del 2005 al 2015, con el tema «Un decenio para la acción y la dignidad».
El tema central del Día Internacional de este año es «Pueblos indígenas construyendo alianzas: En honor a los tratados, acuerdos, y otros arreglos constructivos».
El tema de este año quiere subrayar la importancia de los tratados entre los Estados, sus ciudadanos, y los pueblos indígenas, que tienen como objetivo reconocer y defender sus derechos y sus tierras, y establecer un marco de convivencia y de relaciones económicas. Los acuerdos también definen una visión política de varios pueblos soberanos viviendo en un mismo territorio, de acuerdo con los principios de amistad, cooperación y paz.
Organización de las Naciones Unidas

Abel Fleury         


 
  Fleury nació en Dolores, provincia de Buenos Aires, el 5 de abril de 1903. Provenía de una familia trabajadora; su madre, Juana Peón, planchadora, y Francisco el padre, hombre "de mil oficios" se ganaba la vida como panadero. A los 11 años le brotó la vocación musical; al pasar por la peluquería del pueblo sintió el sonido de una guitarra paisana que se le prendió al recuerdo para toda la vida. Desde ese instante le insistió a su madre para que le comprara una guitarrita. Y ella le dio las primeras lecciones, pasándole los tonos de un estilo y una milonga
   Desde ese momento, hasta el fin de sus días las seis cuerdas se convirtieron en una pasión desvelada. Más tarde fue consolidando conocimientos en contacto con músicos populares de Dolores y otros intuitivos que pasaban por allí. Con el tiempo el destacado músico argentino Honorio Sicardi le dio lecciones de armonía. A los 20 años abandonó su pueblo y también se le despertaron las ansias de andar caminos. Residió alternativamente en Mar del Plata, Tres Arroyos, Tandil, La Plata, Buenos Aires, dando conciertos y lecciones a numeroso alumnado
   En 1933 se radicó en Buenos Aires, dándose a conocer por todo el país gracias a la generosidad de Fernando Ochoa que lo hizo participar en sus audiciones radiales. En ese momento comenzó múltiples y variadas actividades realizadas en corto tiempo Con su guitarra misteriosa ofre~ ció conciertos individuales por todo el país, en los rincones más insólitos. Además de hacer los fondos musicales de los poemas que recitaba Ochoa, creó y dirigió los famosos escuadrones de guitarras, constituidas por entre 12 y 15 intérpretes.
   Luego participó en los fines de fiesta" de las obras teatrales de Claudio Martínez Paiva: "Joven, viuda y estanciera" y "Ya tiene comisario el pueblo", participando junto a las primeras figuras de la escena nacional como Eva Franco, los actores Santiago' Arrieta, Marcos Kaplan, Pedro Tocci, Malvina Pastorino, Tita Merello, y otros.
   Por corto tiempo formó el Cuarteto Popular Argentino con Sebastián Piana (piano), Pedro Maffia (bandoneón) y Angel Corletto (contrabajo). Sus giras internacionales comenzaron en 1948; primero actuó en Chile, luego Uruguay y Brasil, país éste que recorrió en casi toda su extensión penetrando incluso en la selva del Matto Grosso. Finalmente Europa: España, parte de Francia y Bélgica, Portugal.
   Fleury fue uno de los primeros difusores de la música latinoamericana en el continente europeo, interpretando autores nacionales como Adolfo Luna, Pedro Herrera, Gómez Crespo, Tremsal, Juan de Dios Filiberto, Joaquín López Flores, los paraguayos Agustín Barrios, Félix Pérez Cardozo, Pablo Escobar, los uruguayos Eduardo Favini, Rubén Menéndez, Isaias Savio, Martínez Oyanguren. Héctor G. Costa, los brasileños Alberto Scupinari, Villa Lobos, Dilermando Reis, Lorenzo Fernández, el boliviano Eduardo Caba y Antonio Lauro de Venezuela. En su repertorio también incluía autores clásicos: Bach, Mozart, Haendel, Sor, Tárrega, Schubert.
   Fleury fue un constante caminador, con su instrumento, por los senderos del país y el mundo. Realizó sus conciertos en el exterior por medios propios sin ningún tipo de ayuda oficial. Recorrió parte de Europa en los años 52 y 53, dejando un gran recuerdo en todos los lugares que visitó, dando un gran ejemplo de humildad y talento.
   En España el gran musicólogo y crítico de arte español Eduardo López Chavarri, sostuvo: "Su concierto fue una magnífica lección de estilo. Sugerencias maravillosas nacían de su encordado que en sus manos vuelve a ser el instrumento misterioso que apenas desde el gran Tárrega nos es dado oír" (diario "Las Provincias", 12/2/53). Este músico bonaerense no fue un folclorista, sino un artista de formación clásica, sin embargo con su talento supo traducir fielmente el espíritu de la pampa húmeda y darle trascendencia universal a través de sus melodías. Por ello en los años 30, cuando nos visitó el gran poeta español Federico García Lorca, en una reunión donde también se encontraba Ochoa, oyó interpretar al guitarrista temas de su repertorio. Cuando terminó, el lírico español lo estrechó en un abrazo y le dijo:"¡Chico,tú no perteneces a América sino al Mundo!". Esa trascendencia universal se reflejó en hechos insólitos: "Estilo Pampeano" una de sus obras cumbre figura desde hace más de treinta años como composición obligatoria en la Escuela Musical de Tomsk, Siberia, Rusia. El autor nunca estuvo en ese país.
   Poetas de gran nivel como los uruguayos Yamandú Rodriguez y Víctor Lima le brindaron sus mejores versos. Yamandú afirmó en una glosa: "Abel Fleury no es un guitarrista más, es la guitarra toda,, por donde se aroma el alma de la patria". Pedro Boloqui de Chascomús también le dedicó sentidas décirnas, lo mismo que el tucumano Emilio Rubio. A ellos se suma el cantor y payador oriental López Terra, y el cantor y compositor santiagueño Rodolfo Ovejero. El pringlense Lorenzo Girola -fallecido hace pocos años?, cuando murió el músico dolorense, compuso el triste "Adiós a Fleury", para guitarra solista, una página muy sentida. últimamente Argentino Luna lo evoca en su milonga "Patrón del Clavijero".
   El 9 de agosto de 1958, a los 55 años de edad, este gran sensitivo partió de la vida. Cuarenta años se cumplen de su deceso; en forma asombrosa el arte de Fleury sigue conquistando nuevos y lejanos horizontes. Su música sigue sonando más allá del olvido y la indiferencia, latiendo eternidades.
Articulo de Héctor García Martínez publicado en la revista "De mis pagos" en 1995

jueves, 8 de agosto de 2013

Jorge Cafrune

Perico, provincia de Jujuy, 8 de agosto de 1937 - † Tigre, provincia de Buenos Aires, Argentina, 1 de febrero de 1978), apodado "el Turco", fue uno de los cantantes folclóricos argentinos más populares de su tiempo, además de un incansable investigador, recopilador y difusor de la cultura nativa. Padre de Yamila Cafrune.

Jorge Antonio Cafrune Herrera nació en el seno de una familia argentina jujeña de típicas costumbres gauchescas y antepasados de orígenes árabes, en la que sus abuelos paternos y maternos eran inmigrantes provenientes de Siria y el Líbano. Recibió el apodo de "El Turco" tal y como llamaban a su padre, un popular gaucho de la región que cantaba bagualas y supo protagonizar duros duelos criollos.
Nació en la finca "La Matilde" de El Sunchal, cerca de Perico del Carmen (provincia de Jujuy). Cursó sus estudios secundarios en San Salvador de Jujuy mientras tomaba clases de guitarra con Nicolás Lamadrid. Luego se trasladó con toda su familia a Salta, y allí conoció a Luis Alberto Valdez, Tomás Campos y Gilberto Vaca, con quienes formó su primer grupo: Las Voces del Huayra. Con esta formación grabó en 1957 su primer disco de acetato, en la compañía discográfica salteña "H. y R.". En esa época fueron "descubiertos" por Ariel Ramírez, quien los convocó para acompañarlo en una gira por Mar del Plata y varias provincias. Luego Cafrune y Valdez fueron convocados al Servicio militar y el grupo alternó su formación original con reemplazos de José Eduardo Sauad y Luis Adolfo Rodríguez. Estos nuevos integrantes formarían parte de la formación que ese mismo año grabó un disco de 12 temas para el sello Columbia. Más tarde serían convocados para grabar un segundo disco para la misma compañía, pero desacuerdos entre los integrantes llevaron finalmente a la disolución del grupo.
Ante una nueva convocatoria de Ramírez, Cafrune forma un nuevo grupo, "Los cantores del Alba", acompañado por Tomás Campos, Gilberto Vaca y Javier Pantaleón. Luego de esa presentación, Cafrune decide continuar su camino en solitario y abandona el nuevo grupo. En esta nueva etapa debutó en 1960 en el Centro Argentino de la ciudad de Salta
para emprender inmediatamente después una larga gira que lo llevaría por las provincias de Chaco, Corrientes, Entre Ríos y Buenos Aires. Ante una tibia recepción en la Capital, donde no consiguió lugar ni en radio ni televisión, decidió continuar la gira por Uruguay y Brasil. En el primero lograría su debut televisivo, en el Canal 4 del país oriental.
En 1962 regresa a Capital y contacta a Jaime Dávalos, que tenía un programa de televisión. Este le dice que debería probar suerte en el Festival de Cosquín. Cafrune viaja a la ciudad cordobesa y consigue un lugar para actuar fuera de cartel, consagrándose por elección del público como primera revelación. Luego vendría el primer disco en solitario y la consagración definitiva con nuevas presentaciones en radio, televisión y teatros, además de largas giras en las que siempre prefería los pueblos pequeños a las grandes ciudades. Fue en uno de esos pueblitos, Huanguelén, en la provincia de Buenos Aires, donde conoció y promovió a un joven cantor llamado José Larralde. En este período también siguió presentándose cada año en Cosquín y allí, en 1965, sin conocimiento de la organización presentó a una cantante tucumana llamada Mercedes Sosa.
En 1967 presenta la gira "De a caballo por mi Patria", en homenaje al Chacho Peñaloza. En esta gira Cafrune recorrió el país al estilo de los viejos gauchos, llevando su arte y su mensaje a todos los rincones. Sus objetivos también incluían captar los paisajes a través de la fotografía y la filmación de cortometrajes televisivos, además de la recopilación de datos sobre las formas de vida, costumbres, cultura y tradición de las diversas regiones. La gira fue ruinosa para su economía, pero fue un gran éxito si se tienen en cuenta los verdaderos objetivos que se habían propuesto.
Entre 1972 y 1974, Jorge Cafrune formó un dúo con el niño Marito (1960-) con quien grabó discos e hizo varias giras por el país, España y Francia.
Al finalizar esta gira, Cafrune fue convocado para integrar unas comitivas artísticas argentinas que visitaron los Estados Unidos y España. El éxito en la península Ibérica fue fabuloso, y Cafrune llegó a radicarse allí por varios años, formando familia con Lourdes López Garzón. Su retorno al país fue en 1977, cuando falleció su padre. Eran tiempos difíciles para la Argentina, ya que el gobierno democrático de Isabel Perón había sido derrocado y estaba en manos de la dictadura militar encabezada por Jorge Rafael Videla. A diferencia de otros artistas comprometidos, que se exiliaron cuando comenzaron las amenazas y las prohibiciones, Cafrune reconocido por su afinidad al Peronismo, decidió quedarse y seguir haciendo lo que mejor sabía hacer: cantar y opinar cantando y haciendo. Fue así que en el festival de Cosquín de enero de 1978 cuando su público le pidió una canción que estaba prohibida, Zamba de mi esperanza, Cafrune accedió argumentando que "aunque no está en el repertorio autorizado, si mi pueblo me la pide, la voy a cantar". Según un testimonio de Teresa Celia Meschiati eso fue demasiado para los militares, y en el trístemente célebre centro de concentración clandestino cordobés de La Perla, el entonces teniente primero Carlos Enrique Villanueva opinó que “había que matarlo para prevenir a los otros”.
El 31 de enero de 1978, a modo de homenaje a José de San Martín, Cafrune emprendió una travesía a caballo para llevar a Yapeyú, lugar de nacimiento del libertador, tierra de Boulogne-sur-Mer, lugar de su fallecimiento. Esa noche, a poco de salir, fue embestido a la altura de Benavídez por un rastrojero (camioneta) conducida por un joven de 19 o 20 años, Héctor Emilio Díaz.Cafrune falleció ese mismo día a la medianoche. Si bien se cree que se habría tratado de un asesinato planificado por parte de la Dictadura Militar, el hecho nunca fue esclarecido completamente y quedó sólo como un accidente.

 

miércoles, 7 de agosto de 2013

 JOSE DAMES:

Bandoneonista y compositor
(28 de octubre de 1907 - 7 de agosto de 1994)




Pureza y riqueza melódica, frases de personalísima inventiva y perfecto desarrollo, clara inspiración e inalterable e inconfundible jerarquía musical respira toda la frondosa obra de composición de José Dames. Desde que comenzó su labor en nuestra música popular a mediados de la década del '30 y hasta el presente, su imaginación ha producido más de 350 piezas.
Pero si hubiera escrito únicamente estas tres, "Fuimos", "Nada" y "Tú", toda la adjetivación prodigada en este párrafo quedaría ampliamente justificada. En esos tres tangos -verdaderos e imperecederos aciertos de creación-, está el ejemplo de toda una manera de acoger, sentir y tratar un tema musical a través del mandato de la inspiración, y expresarlo luego enriquecido con el contenido emocional de quien dispone de esa especial sensibilidad que es aptitud y actitud de los verdaderos creadores.
Pertenece José Dames -si bien inició su labor profesional como músico mucho antes-, a la famosa "generación del '40". Porque su bandoneón y su inspiración comenzaron a registrar sucesos perdurables a partir de 1941 y porque su trabajo creativo, que se circunscribió en su mayoría a la especialidad del tango para cantar, estuvo estrechamente asociada a los grandes letristas de esa época: Homero Manzi, José María Contursi, Enrique Cadícamo, Cátulo Castillo, entre otros.
Él fue un acertado socio para la concertación de música y palabras. El refinado desborde de lenguaje y metáforas de Manzi en "Fuimos", el encuentro esperanzado de José María Contursi en "Tú" o la tristeza de Horacio Sanguinetti en "Nada", hallaron en Dames las correctas frases musicales que necesitaban.
Nació José Dames en la ciudad de Rosario (provincia de Santa Fe, a 300 km al norte de Buenos Aires). Desde muy niño sintió la atracción de la música, no obstante pertenecer a un hogar humilde, sus padres le costearon estudios musicales, aprendió el violín.
A lo 18 años se traslada con su familia a San Fernando (provincia de Buenos Aires, distante 20 km da la capital). Comenzó a estudiar el fueye con el maestro Gómez, posteriormente se perfeccionó con Carlos Marcucci, e inició su actuación profesional en tríos y cuartetos.
En esos primeros años de su carrera, integró la fila de fueyes de la orquesta de Julián Divasto y también participó en el conjunto del bandoneonista Carlos Tirigall.
Hacia 1934 forma el rubro de "las dos D": Dodero-Dames, con el pianista Rolando Dodero actuando numerosas temporadas en Radio Excelsior y luego en La Voz del Aire. Más adelante se puso al frente de su propio conjunto, "José Dames y sus paisanos", el cual se disolvió para reagruparse años más adelante, accediendo en esa última etapa al registro discográfico en el sello Philips.
Pero nunca dedicó sus mejores afanes a la ejecución ni tuvo condiciones como para erigirse en director, pues le faltó la obligada disposición empresarial. Su vocación apuntó siempre hacia la composición.
A partir de 1940, comenzó Dames una prolongada y permanente carrera de ejecutante integrando los conjuntos de Anselmo Aieta, Juan Canaro, Ricardo Pedevilla, Emilio Orlando, Rodolfo Biagi, Atilio Bruni y Francisco Rotundo, y participó en los acompañamientos orquestales de los cantantes Roberto Rufino, Roberto Flores, Andrés Falgás, Héctor Palacios y Alba Solís. Paralelamente a todas estas actuaciones formó siempre algún trío, flanqueado su bandoneón por dos guitarras. El último fue el que actuó en Radio El Mundo en 1957, secundado por los guitarristas Vicente Spina y José Sabino.
Y su trayectoria como instrumentista profesional culminó en 1982, en La Farola, un reducto tanguero de Buenos Aires del cantor uruguayo Mario Ponce de León.
«Nunca me senté, con el bandoneón en las rodillas, a escribir un tango. El proceso de creación ha tenido para mí otras características. Las melodías me llegaban en la calle, en el tranvía, en cualquier parte. Siempre tuve la precaución de anotarme el tema que me surgía así, espontáneamente. Después sí, lo desarrollaba musicalmente», comenta José Dames.
Aunque en sus comienzos produjo tangos que denunciaban ya al músico con vocación y disposición creativa, la expresión mayúscula de su producción se gestaría a partir de 1940, cuando los letristas importantes del tango descubren su especial facultad melódica.
De su asociación autoral con Horacio Sanguinetti salió desde el comienzo de la década una serie exitosa: "Los despojos", "Tristeza marina", "Por unos ojos negros", "Milagroso" y "Nada", el tango que alcanzó las casi 300 grabaciones de intérpretes diferentes.
Con José María Contursi dieron a conocer "Tú" (que estrenó y grabó la orquesta de Aníbal Troilo en impecable versión con Edmundo Rivero), "Fulgor", "Brindemos en silencio", "Mientras vuelve el amor" y, siempre en esos años del '40, en plena agitación tanguera, aparece "Fuimos", tango que a nuestro juicio es su más acabada composición, o en todo caso la que mejor define su estilo, con versos de Homero Manzi.
De ese mismo tiempo son "No me importa su amor" con letra de Enrique Cadícamo, "Sin ti" con Abel Aznar, "Tan lejos" con Marvil, "Horizonte azul" con Héctor Marcó y un tango, bellísimo tango, con versos de Cátulo Castillo titulado "Detrás del turbio cristal", que inexplicablemente no trascendió (o que no encontró el intérprete y la grabación que merecían). Luego siguieron, en años posteriores, una serie de composiciones con el poeta Julio Camilloni: "No era el amor", "Otra vez arlequín", "Canción del ángel", "La vida que te di", con Juan B. Tiggi "La luna cae en San Telmo" y con Mario Ponce de León "Simplemente Laura".
Entre sus piezas instrumentales: "El buscapié" (grabado por Osvaldo Pugliese), "Muy picante" (registrado por Mario Demarco), "De muy adentro" (en colaboración con Héctor María Artola y grabado por Aníbal Troilo), "A bailarlo", "Alma y violín", "El cometa" y su serie de milongas: "La coqueta", "Sencilla y briosa", "La luciérnaga", "La juguetona", "Chispeando", "Vayan abriendo cancha" y "Repiqueteo de taquitos" (esta última en colaboración con Ernesto Baffa).
También escribió un vals de estilo europeo, "Canción de primavera", y una pequeña obra de música sacra que dedicó a la iglesia de su barrio: Nuestra Señora de Pompeya.
Este sintético apunte de su prolongada trayectoria como instrumentista y compositor me la relató José Dames una tranquila mañana del verano de 1983 en su casa del barrio de Pompeya.

Extraído del libro: "Estos fueyes también tienen su historia", de Gaspar Astarita, Ediciones La Campana, Buenos Aires, 1987.